viernes, 3 de junio de 2011

Trasfondo cultural en la presencia del pan en la mesa

A continuación les dejo un ensayo hecho a base de un ejercicio de etnografía que consiste en hacer extraño lo familiar, este tipo de ejercicio también se da al revés haciendo familiar lo extraño. En este caso decidí hacer este ejercicio en relación a las costumbres a la hora de comer enfocándome en la que según el estudio etnográfico era la mas interesante, me refiero a la presencia del pan en la mesa.


En el siguiente ensayo explicaremos el ejercicio de hacer un extrañamiento de las situaciones cotidianas en relación a los hábitos a la hora de comer, que producto de su carácter normal pasamos por alto. Al extrañarnos de estas acciones logramos ver el trasfondo cultural de estos hábitos los cuales son el objeto de estudio de nuestra disciplina (cultura), de esta manera podemos observar las prácticas en varias situaciones cotidianas, un claro ejemplo es el momento de sentarse en la mesa a comer, en esta situación encontramos diversos hechos los cuales pueden ser todos estudiados de la misma manera y con el mismo fin. Los trasfondos culturales de estos hechos pueden ser muy variados y complejos, como estudio antropológico nos debemos enfocar en descubrir, analizar y comprender estos mismos, ya que el ámbito de los hábitos al momento de comer pueden ser bastante amplios y variados. En este ensayo nos enfocaremos “en el habito” de comer pan a la hora de almuerzo y a través de la investigación etnográfica podemos descubrir los motivos de esta práctica, estos mismo estándares culturales son variados, pero responden en si a un mismo patrón cultural.
La importancia de estos hábitos alimenticios es que la mayoría son demostraciones de nuestra identidad nacional y que a la vez demuestran la realidad que se vive o vivió en una época determinada en nuestro país, así mismo estos procesos tan habituales pasan desapercibidos por nuestros ojos, ya que al ser algo que consideramos tan propio y a la vez común, se convierte en una situación de carácter mecánica que ante a los ojos comunes y corrientes no se evidencia el trasfondo cultural presente en todas nuestras prácticas tanto las cotidianas como las que consideramos extrañas, he ahí la importancia del trabajo de estudio antropológico, ya que si estos hábitos son considerados comunes en nuestra cultura, ¿Cómo no vamos a entender el proceso cultural que se esconde tras él?, por esta misma razón realizamos este ejercicio de hacer extraño lo cotidiano, hacer extraño esto que consideramos nacional, de esta manera comprendemos el fondo cultural de el proceso en sí y descubramos más acerca de la realidad chilena.
 La pregunta que plantearemos en este ensayo, tal como se introduce en el párrafo anterior es la siguiente, ¿Cuáles son los procesos culturales que existen tras el hábito de comer pan a la hora de almuerzo?, esta práctica llega a ser tan común y aceptada por nuestra sociedad que se puede considerar como algo tan habitual que en algunos casos no se logra imaginar el trasfondo de esta, además producto del fenómeno de aculturación que vivimos con fuerza hoy en día esta costumbre acá estudiada cada vez se presenta menos en las familias chilenas, lo cual dificulta el proceso de investigación limitando los testimonios etnográficos a un pequeño núcleo (familiar) con el cual decidí trabajar.


Enfocamos nuestro estudio como bien se ha dicho antes al hábito alimenticio de la presencia del pan a la hora de almuerzo, partiremos explicando cómo se descubrió el trasfondo cultural de este hábito. La presencia del pan en la mesa de las familias chilenas posee varios trasfondos y motivos culturales, influenciado en varias ocasiones tanto por las instituciones como por las condiciones sociales presentes en nuestra realidad, de acuerdo al primer concepto damos cuenta que la presencia de pan en la mesa de acuerdo a la importancia simbólica que este posee. Durante el proceso de investigación, di cuenta que quienes siguen con esta costumbre son mayoritariamente gente de edad, quienes tuvieron una formación muy ligada a instituciones religiosa, recordemos el simbolismo que este alimento posee y la importancia que se le entregaba al mismo, por lo que en algunos casos la funcionalidad que se le suele atribuir al pan era dejada de lado por la importancia religiosa de este mismo, por lo que el trasfondo cultural de este hábito es claramente religioso e influenciado por la antigua educación muy ligada a la iglesia, he aquí otro punto de trascendental importancia ya que si analizamos el contexto tanto histórico como social en Chile la iglesia católica siempre ha sido una parte importante en la vida de las personas, ya sea inculcado sus costumbres o educando. “En cada cultura existen distintas instituciones que le sirven al hombre para conseguir sus intereses vitales, diferentes costumbres gracias a las cuales satisface sus aspiraciones, distintos códigos morales y legales que recompensan sus virtudes y castigan sus faltas” (Malinowski B., 1973), pues bien, como se ha dicho antes, este proceso de comer pan a la hora de almuerzo se presenta en familias donde existe una tradición traída por los fundadores de estas, y en mi caso de investigación etnográfica, mi abuelo paterno quien fue nacido y criado en el campo y de esta manera impregnado con todas esas tradiciones, el también posee un legado religioso en sí mismo, luego, al momento en que el adquiere el rol de fundador de mi familia, todas sus tradiciones e influencias se ven reflejadas en la misma, es igual con el caso del pan a la hora de almuerzo, mi abuelo, como he dicho anteriormente posee una educación ligada íntimamente a la iglesia (propia de su época) y así mismo se le da la importancia simbólica al pan sobre la mesa y de esta manera esa costumbre se impregna en mi familia.
El segundo argumento que se nos presenta en el trasfondoreligiosidad), con la calificación  socio económico o social, nos referimos a las situaciones de algunas familias en relación a la alimentación y a su nivel socio económico. La imagen del pan como un alimento base, que se puede decir es capaz de satisfacer las necesidades básicas de alimentación siempre relacionándolo con el primer argumento. Debemos situarnos en un contexto histórico, atreviéndonos en mi caso a decir, el origen del hábito del pan en mi familia, me refiero a que si esta costumbre está en mi familia, producto de la crianza y educación de mi abuelo, también podemos descubrir la influencia de su situación económica deficiente, que producto de la necesidad de comer y la falta en ocasiones de alimentos en abundancia, hacía que para satisfacer la necesidad de comer se recurriera al pan a la hora de almuerzo para hacer cundir la comida, esa es una de los principales motivos de la presencia del pan en la mesa (según este argumento), junto con el anterior argumento identificamos que el hábito de comer pan en la mesa se presenta mayoritariamente y según mi caso de estudio etnográfico en las familias que provienen de un núcleo de escasos recursos o que pertenecen a un determinado sector socio económico, así mismo ocurre también que las familias que se originan en este sector económico están también ligadas a un carácter religioso por su tradicionalidad de la cercanía entre ya sea religiosidad y nivel socio económico.
 Existe también los casos en que el pan era casi una parte esencial de la dieta, por lo mismo expuesto anteriormente, ya sean sus caracteres de alimento completo y su facilidad de adquirirlo, lo que según este contexto que ahora estudiamos es primordial la presencia del pan en la mesa, nuevamente uniéndolo con el primer argumento, pero ahora vemos la funcionalidad del pan sobre la mesa y no su carácter simbólico, pero de todas maneras entendiéndolo como parte del trasfondo cultural de este hábito, según las investigaciones que llevé a cabo esta tradición alimenticia lógicamente se trasmite de generación en generación, pero, llegado un cierto punto tiende a desaparecer, es el caso de las familias jóvenes que se crean dentro de mi núcleo familiar, ninguna de ellas sigue con esta costumbre, puede ser producto de una transculturación u olvido de prácticas que esta ligadas a cierto sector económico realizando así una especie de aculturación.
 Este trabajo fue hecho a base de una etnografía de observación, cuestionarios y conversaciones, de manera tal que me sea posible inmiscuirme en este proceso cultural a pesar de que se desarrolla en mi círculo familiar, “Participar en la vida social significa que los etnógrafos hablan y preguntan sobre lo que observan”  (Kottak C., 1997)
A modo de conclusión descubrimos que el trasfondo cultural de la presencia del pan en la mesa corresponde a factores de tendencias tanto como religiosa/simbólica y de carácter social/practico, entendiendo el primero como resultado de las tradiciones institucionales (iglesia) y el segundo como un fin práctico casi de supervivencia.
 De acuerdo al primer argumento existe también una gran influencia de la sociedad, la cual en nuestro caso particular chileno está construida en gran parte sobre valores católicos lo cual es tradicional en nuestra sociedad y siguiendo la línea de mi objeto de estudio es más común en las zonas rurales, y en relación con el segundo argumento el trasfondo cultural es como bien se ha dicho antes producto de una necesidad alimenticia.
 Para terminar este trabajo quiero recordar el valor de la etnografía a la que he concurrido y la importancia que se da al inmiscuirme en la cultura, puede que mi objeto de estudio fuera mi propia familia, pero al hacer etnografía se logran evidenciar procesos que a simple vista no están, “Los etnógrafos tienen que prestar atención a cientos de detalles de la vida cotidiana, a eventos estacionales y sucesos inusuales” (Kottak C., 1997)

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